La Guardia Civil quiere limpiar su imagen después de que hayan salido a la luz supuestas irregularidades dentro del cuerpo relacionadas con el narcotráfico, que vienen siendo cada vez más frecuentes en la zona del Estrecho. “Los tricornios son para llevarlos con la frente muy alta y no para esconder miserias”, apunta un miembro del Instituto Armado a El Confidencial. Desde la Unidad de Asuntos Internos de la Benemérita se están impulsando investigaciones de calibre que han dado pie a operaciones como la desarrollada esta semana en Málaga, en la que se detuvieron a varios agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Guardia Civil en la Costa del Sol.
Las indagaciones policiales comenzaron hace meses. Asuntos Internos llevaba desde principios de año inmerso en una investigación abierta tras la incautación de 1.400 kilos de hachís en una playa de Marbella la pasada primavera. En aquel momento se produjeron diferentes detenciones; hubo arrestos, pero no de todos los que estaban relacionados con el alijo incautado.
El mes pasado, en otra fase de la operación, se arrestó a otros dos agentes en Málaga y en Córdoba. Éstos fueron claves para las ultimas detenciones que han tenido lugar esta semana: cuatro guardias civiles, entre ellos el jefe antidroga de la Guardia Civil en Málaga, que este viernes quedó en libertad tras declarar ante el juez de guardia, quien “no ha dispuesto para él ninguna medida cautelar, aunque tampoco ha trascendido los presuntos delitos que se le imputan”. Según ha sabido este periódico de fuentes cercanas a la Benemérita, al teniente se le atribuye, entre otras acusaciones, omisión del deber de perseguir delitos.
Las detenciones se realizaron en Málaga previo registro de los domicilios de los arrestados. Las investigaciones de Asuntos Internos están dando resultados tras las declaraciones de los primeros imputados y no se descartan nuevas detenciones. Las pesquisas que lleva el Juzgado de Málaga permitieron la intervención de un alijo el pasado 21 de septiembre en una playa de Marbella. Ese día, los investigadores del Instituto Armado interceptaron unos 1.400 kilos de hachís que unos narcotraficantes pretendían introducir en la Península; tras esta actuación se produjo una redada con una decena de detenidos. También fueron arrestados un agente adscrito a la Brigada de Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga, que en esas fechas se encontraba de baja, y dos abogadas por su presunta vinculación con la operación. Ocho de los detenidos en esa redada ingresaron por orden judicial en la cárcel de Alhaurín el 15 de octubre mientras avanzaba la investigación. (Fuente: El confidencial)
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