lunes, 11 de junio de 2012

11/06/12: Operación Pitiusa


Los traficantes de datos implicados en la ‘Operación Pitiusa’ extraían de los listados de la Seguridad Social unos 3.000 expedientes mensuales, según estimaciones de los investigadores. Este número se iba a quedar muy corto en el presente año, en que se disparaba la demanda. El intermediario que controlaba a los funcionarios era Francisco ‘Paco’ Pérez, que tenía a sueldo a cuatro funcionarios de la oficina del Inem de Badalona, detenidos el pasado 7 de marzo: David Vitales, Mercedes Gómez, Carmen Huelves y Montserrat Furio. A su vez, este intermediario trabajaba para un matrimonio con domicilio en Badalona, Ana María Xicola y Eduardo Ferrer, que pasaban la información a detectives o despachos de asesores de toda España.
El 5 de enero de este año, Paco se ponía en contacto con Mercedes Gómez, empleada del Inem. Casualmente, esta funcionaria, con más de 30 años de carrera en la Administración, había estado casada con un hermano del actual ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Los miembros de la trama tomaban especiales medidas de seguridad en sus comunicaciones por si eran vigilados y hablaban en clave. Los expedientes sustraídos, por ejemplo, eran “empanadillas”, “galletas”, “fotocopias”, “teléfonos”, “hojas” o “camisetas”. Los pagos en efectivo se llamaban “referencia”. Por ejemplo, cuando un empleado decía a su interlocutor “referencia 450” era porque tenía que abonarle 450 euros.
El punto de encuentro es siempre el mismo: el parking subterráneo que hay en la plaza de Cataluña de Barcelona, en la entrada de la Rambla de Cataluña. Con Montse, se detectaron continuos intercambios de documentación, a la que también se referían en ocasiones como “camisetas” o “galletas”. Todos los encuentros fueron vigilados de cerca por los agentes del grupo de Seguridad Privada de Barcelona del CNP, que se hizo cargo de las investigaciones. El día 3 de enero, por ejemplo, vendió otro paquete de datos por 414 euros. Y el día 5 de enero, otro por 384 euros. La funcionaria, además, llegó incluso a facilitarle el número directo del teléfono de la oficina del INEM “porque siempre está a mi lado” por si se olvidaba el móvil en casa.
De las investigaciones se desprende que Paco gradúa perfectamente los encargos para repartirlos entre los cuatro funcionarios que tiene a su servicio. En ocasiones, el volumen de trabajo en la oficina es tal que no tienen tiempo material de cumplir el encargo y por ello posponen los encuentros.
Otra rama de la trama de informadores tenía a otros funcionarios comprados, tanto del Inem como de Hacienda. Es lo que se desprende de los contactos que mantenían el intermediario Juan Antonio Rama, alias Juanito, con el detective barcelonés Ramón Cot.
Según fuentes del sector, Ramón Cot llegó a ser distinguido con una mención honorífica por la Policía en 2010 por su “especial dedicación e iniciativaen determinadas actuaciones relacionadas con la investigación privada”. Jugador consumado de billar, Cot fue contratado también por el Circuit de Catalunya como responsable de la seguridad dentro del recinto. Pero su verdadera especialidad parecía ser la extracción de datos confidenciales de la Administración, área donde desplegaba claramente su especial dedicación e iniciativa. En sus conversaciones con Juanito, ambos hacen referencia a las “consultas R”, es decir, a declaraciones de renta. Ramón cobra entre 1.300 y 1.500 euros por cada declaración facilitada, pero hace rebajas en el precio si se piden varias. Además, propone a su interlocutor en un momento determinado ampliar la adquisición de datos confidenciales a las empresas de alquiler de coches Hertz y Avis, donde, según asegura, puede extraer “todos los datos”. (Fuente: El confidencial)

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