Golpe a la corrupción urbanística... y a la mafia rusa. Policía y Guardia Civil detuvieron ayer en una operación conjunta desarrollada en la pequeña localidad malagueña de Casares a cuatro personas, entre ellas el exalcalde la la localidad, como presuntos integrantes de una red dedicada a blanquear dinero negro procedentes de las actividades delictivas de grupos de la antigua URSS mediante operaciones urbanísticas en la Costa del Sol. La investigación, que ha incluido el bloqueo de 165 cuentas bancarias, 236 inmuebles y 19 vehículos, se inició a finales de 2010 tras detectarse supuestas irregularidades en la construcción de un centro comercial en esta localidad de 5.200 vecinos. La Operación , de hecho, ha recibido el nombre de la urbanización donde se asienta: Majestic. Fuentes conocedoras de las pesquisas confirmaron ayer a Vozpópuli que en los próximos días hay previstos nuevos arrestos, algunos de supuestos integrantes del clan mafioso ruso denominado Kremlyoskaya.
La investigación, siempre según las fuentes jurídicas consultadas, también implican en la trama al menos a otras dos personas, entre ellas un empresario inmobiliario extranjero asentado en la localidad malagueña, que al cierre de estas líneas aún no había sido detenido. Las pesquisas las están realizando agentes de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía y el Equipo de Delitos Urbanísticos de la Guardia Civil de Málaga. Fuentes de la lucha contra el crimen organizado destacan a este diario que la Operación Majestic es el primer golpe policial que permite relacionar las actividades de la mafia rusa en España con la corrupción urbanística.
Con esta nueva investigación, nuestro país se ratifica en el papel de azote de los vory v zakonen (en castellano, 'ladrones en la ley', el nombre que reciben los jefes de la mafia rusa), que según las investigaciones policiales llevan años moviendo en España, y más concretamente en la zona de Levante, Cataluña, Baleares, la Costa del Sol y Madrid, decenas de millones de euros fruto de sus actividades delictivas por todo el mundo. En principio,los capos rusos buscaban en nuestras costas un retiro dorado desde el que dirigir a distancia sus negocios criminales en sus países y en otros estados europeos.
Hasta ayer, la Justicia española les había asestado cuatro grandes golpes: las operaciones Avispa, Mármol Rojo, Troika y Java, que habían dejado claro que en nuestro país, por ahora, no matan, ni secuestran, ni trafican, pero que si muevengrandes cantidades de dinero negro con el que fundan sociedades instrumentales para blanquear dinero y adquieren numerosas propiedades inmobiliarias. Para ello, no escatiman en comprar voluntades de funcionarios. Eso es lo que se investiga ahora en la localidad malagueña de Casares.
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