José Bono vulneró la legislación sobre incompatibilidades que él mismo aprobó en 1997, siendo presidente de Castilla-La Mancha, para montar la hípica familiar que se levanta a las afueras de Toledo y en la que su único hijo varón, José Bono Rodríguez, se inició en el mundo de los caballos hasta convertirse en jinete profesional.
La Ley del Gobierno de Castilla-La Mancha, que entró en vigor en 1997, señala taxativamente en su artículo 3 que el cargo de presidente de esa comunidad autónoma "es incompatible con toda actividad profesional o mercantil". Sin embargo, Bono constituyó en 2001 Hípica Almenara S. L., una sociedad mercantil con ánimo de lucro de la que posee el 80% de las acciones, y que en los últimos cuatro años ha generado unos beneficios de 1,2 milones de euros.
Hípica Almenara se constituyó el 14 de mayo de 2001 con un capital social de 15.000 euros, que Bono y su esposa, Ana Rodríguez Mosquera, desembolsaron mediante la aportación de un todoterreno Jeep Gran Cherokee valorado en 9.595 euros y un remolque modelo monocasco por valor de 2.405 euros. El resto del capital -3.000 euros- fue aportado por los cuatro hijos del matrimonio: Amelia, que tenía entonces 19 años; Ana, de 18; José, que sólo contaba 16 años, y la pequeña Sofía, que en aquella época tenía siete meses. En la actualidad el presidente del Congreso atesora el 80% de las acciones de la sociedad, y el 20% restante se lo reparten sus cuatro hijos.
La Ley del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha regula en su capítulo 1, bajo el epígrafe Del Estatuto del Presidente, las funciones, prerrogativas e incompatibilidades del presidente autonómico. Y señala, en su artículo 3, que el cargo que éste ocupa "es incompatible con el ejercicio de cualquier otro cargo público, excepto el mandato de diputado regional, y con toda actividad profesional o mercantil".
Bono pidió personalmente fondos a una docena de grandes empresas para patrocinar la hípica, que en los últimos cuatro años ha generado unos beneficios de 1,2 millones de euros. De acuerdo con expertos consultados, sin el patrocinio de Banco Santander, Endesa, Beatriz Hoteles, Mahou, CocaCola, Telefónica o Iberdrola, resultaría imposible que esta empresa alcanzara unos beneficios tan elevados.
Según fuentes consultadas por este diario, el político socialista logró estos importantes contratos gracias a la tupida red de influencias que tejió como presidente de Castilla-La Mancha y, más tarde, como ministro de Defensa. Asimismo, un portavoz del empresario Francisco Hernando, El Pocero, confirmó a este diario que una de sus empresas participó en las reformas de la hípica, pero que no cobró directamente de los Bono, sino de los patrocinadores. El presidente del Congreso cifró estas obras, según confesó al diario El País, en 600.000 euros. (Fuente: El confidencial)
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