La detención de Óscar Collado, ex gerente de la Funeraria de Palma, debe ser la punta del iceberg de una etapa política donde, al parecer, todo el mundo hizo lo que quiso con el dinero público y no siempre con buenos fines desde el Ayuntamiento de Palma. La acusación es grave. Collado encargaba obras, las pagaba con dinero público, pero las obras no llegaban a hacerse nunca. La pregunta es muy clara: ¿a qué se dedicó Marina Sans la pasada legislatura? La ex concejala responsable de la Funeraria no se enteraba de que se pagan obras y que, finalmente, nunca se hacían. Tampoco se enteraba que sus viajes particulares se los pagaba la Funeraria. (Fuente: mallorcadiario.com)
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